Terminé de leer con mucho entusiasmo el libro “Raising Hell” de Julie Ferwerda. Leí el libro de un tirón en su versión en inglés, aunque también hay una versión en español.
Es un libro provocativo que arroja una luz reveladora sobre la doctrina del infierno y cuestiona las creencias tradicionales que han prevalecido durante siglos. Con una mirada crítica y perspicaz, la autora nos invita a cuestionar las aparentes contradicciones y dudas que rodean la idea del tormento eterno y a explorar una visión radicalmente diferente del propósito amoroso de Dios para la humanidad.
Desde el inicio, Ferwerda plantea una serie de preguntas impactantes que han desconcertado a generaciones de creyentes. ¿Es posible que los padres amen más a sus hijos que a Dios? ¿Por qué se nos pide perdonar a nuestros enemigos cuando Dios parece no hacer lo mismo? ¿Es justo ser castigado por toda la eternidad por pecados cometidos en una vida breve? Estas interrogantes, entre otras, forman el punto de partida para una exploración profunda y valiente.
El libro de Ferwerda no se limita a plantear preguntas incisivas, sino que también ofrece un análisis histórico, filosófico y bíblico convincente que desafía la doctrina del tormento eterno. Examina por qué el infierno no se menciona en el Génesis ni en el Antiguo Testamento, y por qué figuras como el apóstol Pablo no abordaron este tema. Además, cuestiona cómo la posición ortodoxa de la Iglesia primitiva evolucionó durante siglos después de Cristo y cómo los teólogos aún debaten si somos salvos por elección o libre albedrío.
“Raising Hell” es una obra que desafía a los lectores a cuestionar sus creencias arraigadas y a considerar una perspectiva más inclusiva y compasiva. Julie Ferwerda abre la puerta a una visión radical de las “Buenas Nuevas” y presenta argumentos sólidos sobre por qué la doctrina del tormento eterno podría ser uno de los engaños más perjudiciales de la Iglesia moderna.
En resumen, “Raising Hell” es un libro valiente que invita a la reflexión y la reevaluación de creencias profundamente arraigadas. A través de preguntas incisivas y un análisis convincente, Julie Ferwerda desafía la doctrina tradicional del infierno y ofrece una perspectiva que busca un Dios compasivo y amoroso para toda la humanidad. Este libro es esencial para aquellos que desean explorar una visión más inclusiva y misericordiosa de la espiritualidad y las creencias religiosas. Una obra que promete abrir los ojos y cambiar la forma en que entendemos el concepto del tormento eterno en la fe cristiana.
El libro se puede descargar de forma gratuita de la página que preparó la autora https://raisinghellbook.com/. Allí el lector encontrará tres versiones: una versión completa en inglés, otra abreviada en el mismo idioma y finalmente una traducción al español realizada por José Soto Puerta y Eva Vigouroux titulada “Controversia infernal”. Recomiendo también a los interesados visitar el canal de Youtube de la autora.
Dice usted: “Es un libro provocativo que arroja una luz reveladora sobre la doctrina del infierno y cuestiona las creencias tradicionales que han prevalecido durante siglos”. Y a mí lo único que me lleva cuestionar es el quién es usted y qué pretende. Porque yo había sido creído que era usted católico, pero he leído dos o tres cosas de este blog y he llegado a la conclusión de que usted propiamente no es católico, sino que lo fue una vez y ahora simplemente es un estudioso del catolicismo, como hay entomólogos que sin ser insecto sabe mucho de insectos.
En otros artículos de este blog, pero en este un católico en primer lugar explicaría si esa señora es católica o no. Y en segundo lugar explicaría hasta qué punto esa señora se aparta de la doctrina enseñada por la Iglesia…. Es decir, hasta que punto se aparta de la verdad. Porque lo crea o no todavía hay “retrasados mentales” que cree hasta la muerte que esta iglesia (no las sectas como la del Vaticano II o la Iglesia Ortodoxa) es de origen divino y su Magisterio es infalible.
Espero que no se lo tome a mal, pero tengo que darle el pésame porque sin duda ha perdido la fe. Espero que eso de ser un experto en catolicismo le compense, al menos en esta vida, de su perdida de fe.
Muchas gracias por dejar su comentario y opinión. Le agradezco sus consideraciones, y tomo nota de sus opiniones sobre mí. Le aclaro algunas cuestiones:
1) Este es un sitio puramente académico y personal, no es sobre apologética ni pretende serlo.
2) Aquí se publican artículos y reseñas que tienen relación con mis trabajos como académico. De hecho estoy subiendo las más de cincuenta reseñas que publiqué durante años en Theologica (Revista de la Universidade Católica Portuguesa), en la revista Fuentes Ortodoxas, Estudios patrísticos, y en otras publicaciones. Esto incluye también presentaciones en congresos, conferencias, etc. Es decir, este sitio es una especie de escritorio, no un púlpito.
Respecto a este libro: Lamento que usted no se haya percatado de que este post es una reseña. Quizás deba ser más explícito. La reseña la preparé para una publicación académica (está en prensa). Leí el libro y no me pareció malo, lo cual no implica que y este de acuerdo con lo que expone la autora, pero como académico se apreciar una buena argumentación y una buena escritura (no sé si la traducción hace justicia, ese es otro tema). Creo que si se desea debatir contra la autora, lo mejor es tener argumentos bien preparados, no limitar la circulación del material, esa suerte de censura (que no práctico y le repugna) me parece propio de los cobardes y de los ignorantes.
Por estas razones que expuse, me parece baladí tener que aclarar si la autora es o no católica, creo que es evidente, y además no hace sentido por el tipo de artículo que es ¿Debí explicar en cada reseña que escribí sobre los libros de Anselm Grün sus desviaciones doctrinales? Se publicaron en una revista de teología… creo que hay cosas que son evidentes. ¿O usted considera que la última publicación sobre Emerson implica que me volví un militante del New Thought?
Respecto a categorizar a las personas cuyas creencias difieren de las mías como “retrasados mentales”, es algo que no comparto. Conozco a un teólogo ortodoxo, egresado de Princeton que, apostaría podría dejar muy mal parado a varios tradicionalistas, los cuales se caracterizan por una pésima o nula formación académica o por jamás haber pasado por las aulas de una Universidad.
Respecto a “conclusión” de que yo perdí la fe, no se ofenda pero está muy equivocado. Al contrario, estoy más refugiado en ella que nunca. Yo le pediría a usted que revise sus “certezas”, porque sus “sin duda” podrían estar hablando de una incapacidad de razonar o comprender más allá de algún horizonte sectario, sin ánimo de ofenderlo.
Espero haber podido aclarar sus erróneas consideraciones, y le recuerdo en mis oraciones.
I read the review and couldn’t resist. I downloaded the book (in English). I must admit that the author’s prose is quite engaging and inviting to read. However, I believe that Universalism is a territory we shouldn’t delve into. Indeed, I don’t see it as incompatible with the Scriptures or with the Church Fathers (with several of them), but it challenges what we, as a Church, have learned to believe over more than 1500 years.