La abolición del hombre: tecnocracia, poder y el eclipse del alma
Hay épocas que no se anuncian por revoluciones ni por cambios de gobierno, sino por el lento desvanecerse de lo invisible. No es que algo se haya dicho o decretado, sino que algo dejó de decirse, de invocarse, de cantarse. Así comienza una apostasía: no con blasfemia, sino con olvido. Entre las ruinas todavía humeantes…